14 de abril de 2012

Porque ya nadie mira las estrellas

Un rincón para...



HERMAN POTOČNIK NOORDUNG (H. Noordung)

Biografía. Hijo de dos eslovenos, nació en el viejo imperio Austro-húngaro, el 22 de diciembre de 1892 en Pula (actual Croacia), estudió en Maribor (Eslovenia) y luego realizó su carrera en la escuela militar de Mödling (Austria), su especialidad era el diseño y calculo de puentes y vías ferroviarias. Posteriormente desarrolló la tarea de ingeniero espacial en cohetes y fue pionero en la teoría de cómo el ser humano podría habitar en el espacio durante un largo periodo de tiempo.
Durante la primera guerra mundial, sirvió al ejército en Serbia y Bosnia. En 1915 fue asignado como primer teniente y le enviaron a luchar en Isonzo. En 1919 se retiró con el rango de capitán debido al contagio de tuberculosis.  Comenzó sus estudios en ingeniería eléctrica y mecánica, en la Universidad Tecnológica de Viena, donde acabó su doctorado en ingeniería especializado en cohetes. En 1925, se dedicó totalmente al desarrollo de teorías de cohetes y tecnología espacial. En 1928, desarrolló y publicó la idea de un satélite geosíncrono para comunicaciones. Potočnik falleció en Viena a la edad de 36 años, sumido en una gran pobreza. Fue enterrado en esa misma ciudad.

Su trabajo. En 1928, Herman Potočnik publicó su único libro, “El problema del viaje espacial - el motor de cohete”, el cual publicaría en alemán y cuyos capítulos más importantes fueron traducidos rápidamente al inglés en Estados Unidos. Además, en 1935 la redacción principal de aviación del Comisariado del pueblo de la industria pesada de la URSS publicó este libro en lengua rusa. Ya entonces los especialistas se preparaban para los futuros vuelos espaciales. Se puede decir que el trabajo de Herman Potočnik asentó las bases para los padres, tanto soviéticos como americanos, de la cosmonáutica práctica.  Potočnik diseñó una estación espacial que llamó 'La rueda hábitat' y calculó su órbita geoestacionaria. También describió el uso de naves orbitales para observaciones pacíficas y militares y cómo se podrían utilizar las condiciones del espacio para realizar experimentos científicos. El libro describía satélites geoestacionarios y analizaba la comunicación entre ellos y la tierra utilizando la radio, aunque no trataba la idea de hacer uso de ellos para desarrollar la comunicación en masa como estaciones de telecomunicaciones, tales como nuestros actuales satélites.

Herman Potočnik un visionario de la vida en el espacio. En el libro hay bastantes ideas que no eran tomadas en consideración por otros teóricos de la cosmonáutica, aspectos que ahora nos parecen obvios pero que no lo eran tanto cuando aún no se había puesto al hombre en órbita. Un ejemplo es la dificultad que encontrarían los tripulantes de una estación espacial a la hora de lavarse. Resaltó la necesidad de utilizar un tipo de toallitas y esponjas húmedas, las cuales son las que hoy día utilizan nuestros astronautas en la ISS. Por otro lado, también hizo referencia a la atrofia muscular que deberían hacer frente los cosmonautas y las dificultades motrices que tendrían que soportar una vez devueltos a la superficie del planeta. Hoy día, todo el mundo conoce las extremas condiciones físicas y médicas que sufren los tripulantes de la estación espacial cuando regresan a la Tierra, y las duras y largas sesiones de entrenamiento a las que se ven obligados.

 
El trabajo de Herman Potočnik en otras esferas:
Un grupo de entusiastas encabezados por el artista, actor y director esloveno Dragan Živadinov han abierto, a través del Gabinete Cosmokinetic Noordung y con el apoyo de la alcaldía de Vitanje, el Centro para la Memoria de Noordung. El centro muestra su vida y su obra, y forma parte del Centro Cultural Europeo de Tecnologías del Espacio (Kulturno središče evropskih vesoljskih tehnologij – KSEVT).
En 1945 el escritor británico de ciencia ficción Arthur C. Clarke contempló la posibilidad de satélites de comunicación basándose en el satélite geosíncrono de Potočnik. Mientras que en su otra obra, llevada al cine por Stanley Kubrick, “2001: La odisea del espacio”, hizo uso de la rueda hábitat para dar forma a la estación espacial de la película, y reflejó también las teorías de la creación de gravedad artificial en el espacio.

Otras curiosidades.
 Actualmente, las teorías exotéricas y conspiranoicas sostienen que el extenso programa espacial que el mismo Potočnik desarrolló para la República socialista de Yugoslavia fue entregado a la NASA estadounidense, desarrollándola y otorgándole así las bases de la propia carrera espacial.

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